martes, 13 de diciembre de 2011

Información sobre la natalidad durante el Antiguo Régimen

Hacia el año 1780 el mundo estaba mucho menos poblado que hoy en día. Una población de algo menos de 1000 millones de personas habitaba nuestra Tierra.
Durante el Antiguo Régimen asistimos a lo que llamamos ciclo demográfico antiguo, que estaba regido por las siguientes características:

Una tasa de natalidad muy elevada:

Ya que no había ningún control sobre ella. Y también por tradiciones o costumbres sociales y religiosas.

Antes del siglo 19 había una tasa de natalidad 40 por mil anual, esto quiere decir que si por cada mil habitantes hay 40 bautismos, por cada bautismo habrá 25 habitantes.

Una característica de la natalidad también era su estacionalidad, pues la mayor parte de concepciones se daban en los meses de primavera, a partir de octubre cuando finalizaban las cosechas y en diciembre, mientras que la menor parte en semana santa y en verano debido a las tareas agrarias

Una Alta natalidad ilegítima:
Era muy importante sobre todo en las ciudades en torno al 13% y 15% del total. Y variaba en función de las coyunturas económicas, vinculado al factor de la nupcialidad: cuanto peores eran los tiempos, más tarde se accedía al matrimonio, o viceversa.

-Mujer y natalidad:


Esta relación va unida debido a que en esa época existían condiciones muy difíciles para dar a luz y el parto era una fuente de infecciones y de enfermedades. La fertilidad era menor por la subalimentación endémica. Esto suponía una gran mortalidad entre las mujeres. La tasa de mortalidad femenina postparto era muy alta y afectaba por igual a todas las capas de la sociedad.

Otra de las características del régimen demográfico antiguo era la:

Mortalidad, también muy elevada.

Demográficamente la población europea de este siglo XVIII iría aumentando gracias a las mejoras alimenticias y sanitarias aunque sin olvidar que se estaba en un régimen demográfico antiguo, es decir, en el que existía una alta natalidad pero a la vez una también alta mortalidad (especialmente infantil, debido a epidemias, mala alimentación, poca higiene, etc ).Evidentemente esta última un poco más baja. Así el balance era positivo.

Su crecimiento vegetativo era bajo y aún lo era mas en época de epidemias.

Los escasos rendimientos agrícolas y la irregularidad de las cosechas desencadenan reiteradas crisis de subsistencias que desembocan en hambrunas que predisponían al desarrollo de enfermedades epidémicas.

En el siglo XVIII se produjeron ciertos cambios que modificaron este modelo
demográfico: incremento de los excedentes alimentarios, mejor nutrición y un
cierto progreso en la higiene y la medicina, que redujeron la mortalidad.


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