lunes, 17 de octubre de 2011

Historia I HISPANIA

La Península Ibérica se dividía en dos provincias, una al norte, llamada citerior (entre los pirineos y el Ebro) y otra al sur, llamada Ulterior (el valle del Guadalquivir). Cada provincia estaba gobernada por un pretor, que reunía en su persona las prerrogativas de máxima autoridad civil y militar. Las únicas limitaciones que tenía, era la que el mismo se ponía mediante la publicación de un “edictum” o conjunto de normas a seguir en el ejercicio del poder. También residía en su persona el poder judicial y resolvía los problemas de indígenas
y romanos. En la España Ibérica se crearon unas unidades administrativas que se les denominó civitas. Estas comunidades constituían un mosaico de estatutos, con derechos y obligaciones desiguales. Por un lado, las
privilegiadas, aunque la mayoría, sin embargo, están sometidas al pago de un tributo anual fijo, a la obligación de proporcionar soldados auxiliares t a la renuncia del derecho propio.


La colonización, que era la creación de centros urbanos de corte romana, es consecuencia de la implicación del elemento humano romano en la Península. La mayoría de las ciudades tenían
una función estratégica para el control del territorio y servían como base para el ejército.

Tras el asesinato de César en el año 44 a.C., Augusto se postula como sucesor del nuevo régimen. Augusto mantuvo la antigua organización provincial, al tiempo que dejo subsistir las tradiciones populares. La innovación más importante fue el conocido reparto de provincias entre emperador y senado.
En cuanto a la división provincial de Hispania, Augusto dividió la antigua Hispania Ulterior en dos partes: La Baetica y La Lusitania, mientras que la Hispania Citerior, al norte, se amplió a espensas de cántabros y astures. El gobierno provincial de la Hispania Citerior estaba confiado a un ¨Legatus Augusti Propraetore¨ con sede en Tarraco y dotada de mando militar. La provincia Lusitania, con capital en Emerita Augusta, presentaba la misma forma de gobierno que la Hispania Citerior, mientras que La Baetica estaba gobernada por un procónsul. Por otro lado el ejercito hispano cumplia con su papel de cobertura a lo largo de las fronteras del Imperio, es decir, con su carácter defensivo, pero también realizaba otra función, la de llevar a cabo una explotación pacifica de los recursos de diferentes zonas.
La excesiva extensión de las circunscripciones provinciales condujo a la creación de unidades más reducidas para necesidades especiales de gobierno y administración de justicia. La Citerior estaba dividida en siete "Conventus", que tomaban sus nombres de la capital correspondiente (Tarraco): la Lusitania contaba con tres y la Bética con cuatro.
Hay que distinguir entre urbanización, o política de creación y fomento del marco material en el que es posible desarrollar una cultura ciudadana, y municipalización, u otorgamiento a los ciudadanos de una comunidad urbana determinada de privilegios jurídicos semejantes a los que disfrutaba el pueblo dominador.
Los municipios romanos son antiguas ciudades indígenas cuyos habitantes, eran honrados colectivamente con el derecho de ciudadanía. 
Un rasco peculiar del Imperio consistió en extender fuera de Italia el ordenamiento municipal, aplicándolo a las comunidades provinciales.

Desapareció el patronato provincial pero se mantuvo sobre comunidades ciudadanas. Las ciudades sin derecho privilegiado podian tener pactos de hospitalidad entre el benefactor y los jefes indigenas de la comunidad.
 
Las provincias de hispania evolucionan de forma paralela al propio imperio, con alguna peculiaridad:Julio claudios y faflavios. Durante la dinastia julio claudio se mantuvo una progresiva integracion de provincias hispanas en el sistema romano. Galba y Oton se revelaron al frente del ejercito hispano, y al final el general vespasiano logra el poder e instaura la dinastia flavia. Vespasiano desmilitariza Hispania manteniendo una tropa legionaria y media docena de cuerpos auxiliares. Vespasiano promulgo el edicto de latinidad, el cual implicaba una reoganizacion de los municipios y la concesion de ciudades a aquellos que hubieran ejercido en un cargo municipal.

Crece la importancia de de las elites hispanas,y su influencia en la administracion central. La crisis del siglo III provoca una ruptura en el equilibrio politico y social por las necesidades del estado para contrarestrar el peligro exterior, ataques de otros pueblos a las fronteras del imperio.
Tras el pesimo gobierno de Comodo Septimo Severo, condujo a la militarizacion de la sociedad y a un estado de excepción.

El sistema de la tetrarquia de diocleciano introdujo cambios en el sistema politico-administrativo, el cual intentaba compartir el poder con otros titulares para asi fortalecer un debilitado poder central.Serian los augustos y los cesares los qe ejercieran el control, siendo en total 4. Las provincias a su vez se reagruparon en diocesis, en las qe gobernaba un vicario. El sistema evoluciono y las diocesis se convirtieron en "praefecturae" lo que dividio aun más el imperio. La peninsula tambien resulto afectada: la antigua citerior se dividio en Tarraconensis Carthaginiensis y Gallaecia, continuaron la lusitana y la baetica
y se añadio ua sexta la mauritana tingitana. Por lo tanto desaparecio la antigua division en provincias.

 Durante Constantino este la paz estuvo de protagonista en la Península. Tras una recuperacion economica, y luchas por saber quien ocuparia el trono, Teodosio se alzo como ultimo emperador romano en la peninsula. Tras su muerte el imperio se
divide en dos partes, y debido a las luchas internas, Hispania cae en manos de los Barbaros del norte.

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